La guerra comercial entre potencias ha generado una inestabilidad significativa en la logística marítima internacional. Entre los efectos inmediatos se encuentran cancelaciones de salidas, desvíos de carga, concentración de contenedores vacíos y un aumento en las tarifas. Las navieras y los importadores se enfrentan a un entorno volátil, con reservas que varían según las rutas y decisiones comerciales que cambian constantemente.

Uno de los cambios más notables es la caída en las exportaciones desde China. Además, el aumento de salidas desde otros países asiáticos como Taiwán y Vietnam. Esto ha generado una fuerte demanda anticipada que elevó los precios del transporte. Por ejemplo, las tarifas desde Asia hacia la Costa Oeste de EE. UU. subieron un 10%, mientras que hacia la Costa Este aumentaron un 3%. En contraste, desde Shanghái las tarifas bajaron un 16%, lo que podría reflejar un cambio en la localización de la producción manufacturera.
Esta situación también está afectando la operatividad del transporte marítimo. Las salidas canceladas y la acumulación de contenedores vacíos en China dificultan la disponibilidad de equipos y alteran los cronogramas. Algunas navieras ya han comenzado a aplicar recargos anticipados ante la posibilidad de un repunte de la demanda, debido al adelanto de importaciones antes de julio, cuando podrían reactivarse aranceles suspendidos.
La raíz del problema es tanto política como económica. EE.UU. impuso aranceles a más de 60 países en abril y luego suspendió parte de ellos por 90 días. Posteriormente, dejó a China fuera de esa prórroga. Además, siguen en marcha investigaciones que podrían derivar en nuevos ajustes arancelarios, mientras las negociaciones con otros países avanzan lentamente. Esta incertidumbre ha generado una gran variabilidad en las tarifas marítimas, según datos del Freightos Baltic Index.
En este contexto, la planificación logística enfrenta un reto inédito. Las decisiones políticas tienen un impacto inmediato en la cadena de suministro, obligando a operadores y empresas a adoptar una flexibilidad extrema. La logística, que tradicionalmente dependía de la previsibilidad, ahora debe adaptarse a un entorno de constante cambio, recalculando estrategias y operaciones casi en tiempo real.
A pesar del impacto negativo que ha generado la guerra comercial en la logística marítima global, algunos actores del sector identifican ciertos efectos positivos derivados de esta crisis. Uno de ellos ha sido la reactivación de embarques que estaban retenidos desde el inicio del conflicto, lo que produjo un alivio momentáneo en la cadena de suministro. La urgencia por mover carga acumulada permitió descongestionar almacenes y liberar capacidad en algunos puntos críticos del sistema logístico.

Además, la incertidumbre generada por los aranceles impulsó a muchas empresas a adelantar sus compras de fin de año. Así, aprovechar los días de tregua comercial antes de que entren en vigor nuevas restricciones. Este movimiento estratégico no solo dinamizó la actividad portuaria en semanas tradicionalmente más tranquilas, sino que también generó un repunte temporal en la demanda de transporte marítimo, beneficiando a ciertos tramos y operadores.
Si bien este adelanto de carga puede causar distorsiones en los ciclos logísticos futuros, como una posible desaceleración en los meses pico tradicionales, también refleja la capacidad de adaptación de las empresas frente a entornos volátiles. Esta respuesta anticipada, aunque impulsada por la urgencia, permitió mantener cierta fluidez operativa en un contexto de alta incertidumbre y demostró que la logística puede encontrar oportunidades incluso en escenarios de tensión comercial.
En este sentido, algunos analistas sostienen que, más allá de la disrupción, la coyuntura ha funcionado como una especie de catalizador que obligó al sistema a reaccionar, reorganizar prioridades y ensayar respuestas más ágiles. Si bien los desafíos persisten, esta visión plantea que no todo efecto ha sido negativo, y que ciertos sectores lograron capitalizar la inestabilidad con resultados operativos positivos a corto plazo.
Fuente: infobae.com, Chat GPT y otras consultas